Formación profesional y competencias.

El mundo ha experimentado un cambio radical y acelerado en los últimos 30 años debido fundamentalmente a los avances tecnológicos que disponemos en la actualidad. El entorno laboral ha tenido que irse adecuando a estos cambios, así como las personas que buscan una oportunidad laboral también tienen diferentes expectativas comparadas con las generaciones anteriores.

De tal manera, la formación profesional que se requiere ahora es sumamente más competitiva que en épocas anteriores. De hecho antes ese concepto se refería casi exclusivamente a lo aprendido en la etapa formativa de la educación formal, esto es, el título de bachiller o universitario proveía esa formación profesional y estaba uno listo para lanzarse a buscar empleo. En los tiempos que corren, según la Unión Europea, se requieren dominar 8 habilidades o competencias básicas para poder ser elegible en el mercado laboral:

  1. Comunicación en la lengua materna
  2. Comunicación en lenguas extranjeras
  3. Competencia matemática y básica de ciencia y tecnología
  4. Competencia digital
  5. Aprender a aprender (o sea, no aferrarse a paradigmas pasados)
  6. Competencias interpersonales, interculturales, sociales y cívicas
  7. Espíritu emprendedor
  8. Expresión cultural

Como podemos ver, son un conjunto de conocimientos, capacidades, actitudes, valores y emociones, incluso, que no pueden separarse pues se complementan para lograr el fin de ser capaces, altamente o medianamente, de navegar entre los requerimientos laborales del complejo entorno actual.  No basta con la especialización únicamente, aunque las titulaciones de maestrías o doctorados nos acercan a cumplirlas, las competencias complementarias deben cultivarse como algo necesario y natural. Debemos fomentar el autoaprendizaje, al capacidad autocrítica, la búsqueda de la información, la organización del tiempo, la responsabilidad, tolerancia, respeto, iniciativa, liderazgo, trabajo en equipo y orientarse a las resolución de los problemas y búsqueda de soluciones y alternativas en situaciones cambiantes.

No siempre se contará o se utilizará todo a la vez pero la idea es desarrollar continuamente esas competencias para llegado el momento oportuno salvar la situación aportando a la organización esa experiencia adquirida. Además, hay que tomarlo como un compromiso, primero con uno mismo, de capacitación o superación constante porque ahora los paradigmas no suelen ser duraderos, lo que ahora resulta no tiene por qué servir de la misma forma en un año, esto nos obliga a analizar y verificar tales competencias y contrastar con las necesidades de las empresas.

La obesidad ante el Coronavirus.

Desde el inicio de la pandemia actual por el Coronavirus o Covid-19 supimos que los factores riesgo que primero se identificaron fueron los de diabetes e hipertensión y como éstas están directamente asociados al sobrepeso y la obesidad encendieron las alarmas en nuestro país por el gran número de mexicanos en esa situación. Para la sociedad actual y la salud pública se considera como una epidemia a la hora de planificar su atención, pues la misma Organización Mundial de la Salud (OMS) nos dice que la población obesa se ha triplicado en todo el mundo desde 1975 y para el 2016 hasta el 39% de las personas adultas tenían sobrepeso —Índice de Masa Corporal (IMC) igual o superior a 25— y el 13% eran obesas —IMC igual o superior a 30—. De hecho, excepto en África y Asia, en el mundo mueren más personas por obesidad que por desnutrición.

Este aumento exponencial del sobrepeso y la obesidad es debido al incesante consumo de alimentos y bebidas de alto contenido calórico, conocidos como alimentos chatarra que son ricos en azúcares, carbohidratos y grasas; así como también por un continuado descenso en la actividad física como consecuencia de la sedentarización, el uso excesivo de elevadores, escaleras eléctricas y el automóvil particular. Los países que presentan los porcentajes más altos de población con sobrepeso u obesidad se encuentran en América, con Chile, México y Estados Unidos a la cabeza, los tres superando el 70%, según datos del 2017 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE); por el contrario, los países mejor posicionados son los asiáticos, más concretamente Corea del Sur y Japón. Los datos también permiten apreciar que, a excepción de Estados Unidos e Israel, es en Europa donde la proporción de gente que reconoce tener sobrepeso es más próxima a la cifra real. Lo anterior podemos verlo en la gráfica construida por el portal elordenmundial.com con los datos de la OCDE, así como tenemos que los datos de la percepción de la propia gente sobre su condición de sobrepeso u obesidad en México lamentablemente no están disponibles, hace falta crear conciencia.

Al inicio mencionamos a la diabetes y la hipertensión como padecimientos directamente asociados al sobrepeso y la obesidad pero no son los únicos, pues tener un IMC elevado resulta ser un importante factor de riesgo para desarrollar además enfermedades cardiovasculares (cardiopatías y accidentes cerebrovasculares, principalmente), trastornos del aparato locomotor y algunos cánceres como el de Colon. Por si fuera poco, la obesidad infantil también va en aumento y está relacionada con los problemas anteriores que provocan muerte prematura o discapacidad en la edad adulta. Debemos anotar que mientras mayor sea el IMC es mayor la probabilidad de padecer alguna de estas enfermedades y cualquiera de ellas, de por sí, mina las respuestas inmunológicas de nuestro cuerpo por lo cual nos pone en franca desventaja ante los virus como el Covid-19 que ahora padecemos en el mundo.

Por ello, es impostergable que modifiquemos nuestros hábitos alimenticios, tendiendo al consumo consciente y más sano, así como procurar hacer más actividad o ejercicio físico y visitar regularmente a los servicios médicos para asegurarnos de contar con nuestra armadura lista, el sistema inmunológico, para cualquier ataque de virus, bacterias u hongos.

By CheffSys.

La transformación digital necesita tecnología colaborativa

By HIXSA.

Los nuevos entornos empresariales que son ahora más flexibles permitiendo a los empleados poder trabajar desde sus casas o de forma remota en diferentes partes fuera de la oficina, puede crear diferentes problemas que pueden afectar la productividad. En este ocasión te hablaremos sobre algunas herramientas que te permitirán superar estas barreras para que tu negocio no se vea afectado.

A medida que más y más empresas se mueven hacia entornos de trabajo flexibles, y más empleados trabajan desde casa, la colaboración virtual se convierte en el vínculo esencial de una organización productiva. Al potenciar la colaboración remota, las empresas pueden crear lazos fuertes para unir a una fuerza laboral dispersa.

Sin colaboración, las empresas sufren. El aislamiento alimenta la información almacenada, los sistemas dispares y los procesos manuales o rotos. En una encuesta realizada por Lawless Research para Cherwell, el 43 por ciento de más de 1,000 encuestados dijeron que gastan al menos la mitad de su jornada laboral en procesos manuales. Esto puede ralentizar o incluso detener los procesos creando un caos organizacional, que puede resultar en equipos lentos y falta de progreso.

Las empresas que buscan el éxito de la transformación digital deben implementar formas de maximizar la colaboración para una mejor integración entre departamentos. Cuando la colaboración se realiza sin problemas, los equipos se aceleran, los proyectos avanzan y la organización en su conjunto gana.

Empoderando la colaboración virtual

La forma más fácil y efectiva de implementar y estandarizar la colaboración en una empresa es a través de tecnologías colaborativas. Estas herramientas de mejores prácticas ponen el acceso a la información al alcance de sus empleados, cuando y donde más lo necesitan. Estas herramientas también ayudan a fomentar la comunidad entre ellos, independientemente de si trabajan uno al lado del otro o en todo el mundo. A continuación te compartimos 5 razones por las que la transformación digital necesita tecnología colaborativa:

1. Elimina las barreras entre departamentos
La fuerza laboral promedio de la compañía comprende un 25 por ciento o más de trabajadores remotos. Con los eventos recientes, es probable que ese porcentaje sea más alto, los departamentos y el personal se aislarán más que nunca. Esta forma de trabajo asilada puede conducir a proyectos que se descontrolan fácilmente o, lo que es peor, que no ocurra nada.

Las tecnologías colaborativas, cuando se usan correctamente, pueden mantener a todos y a cada proyecto funcionando, al tiempo que mantienen las vías entre los departamentos abiertas para la colaboración. Obstáculos para llegar a otro departamento para obtener respuestas o asistencia se solucionan y todos los departamentos pueden trabajar juntos sin problemas.

2. Mejora la comunicación
Los equipos suelen funcionar bien dentro de un departamento, pero las líneas de comunicación pueden romperse rápidamente si no existe un proceso claro para compartir ideas, asistencia e información entre los departamentos o en toda la jerarquía. Sin una comunicación efectiva y procesos establecidos para apoyar y fomentar la comunicación, el trabajo en equipo se disuelve.

Según una encuesta realizada por Salesforce, el 86 por ciento de los empleados y ejecutivos citan la falta de comunicación o colaboración por fallas en el lugar de trabajo. La tecnología colaborativa puede ayudar a resolver este dilema. Las herramientas en línea ayudan a los equipos a compartir archivos, programar reuniones, chatear uno a uno o con un equipo completo, compartir cronogramas, administrar proyectos y mucho más. Además, se ha descubierto que las empresas con comunicación efectiva tienen más probabilidades de tener una menor rotación de empleados.

3. Reduce el trabajo extra
Cuando los equipos están aislados, el trabajo extra ocurre inevitablemente. La falta de comunicación sobre roles y responsabilidades, metas, plazos, y entregas de proyectos puede hacer que los empleados asuman más o menos carga de trabajo, lo que puede descarrilar un proyecto rápidamente.

La tecnología colaborativa puede reducir o eliminar los envíos excesivos de información para mantener a los empleados actualizados con la información de la empresa. Estas herramientas se pueden usar para construir planes de proyectos y asignar tareas y plazos, manteniendo a todos en la tarea de llevar un proyecto a su finalización. Todos los empleados saben exactamente quién está trabajando en cada tarea y cuándo se debe realizar esa tarea, por lo que la repetición del trabajo se reduce drásticamente.

4. Elimina obstáculos
Cuando los trabajadores remotos necesitan documentos o respuestas y no tienen acceso a ninguno de ellos, los puestos de productividad, los proyectos se estancan y las cargas de trabajo vuelven a subir. Se pueden desperdiciar varias horas en un día cuando sus empleados deben esperar la información.

Utilizando tecnologías colaborativas, los documentos pueden almacenarse en la nube, dando acceso a equipos completos a documentos para que los actualicen sin problemas. Además, estas herramientas mantienen las conversaciones fluidas para que cada momento de cada día de trabajo se pueda utilizar de manera efectiva.

5. Aumenta la productividad
Cuando la productividad se retrasa, puede generar una oleada de incertidumbre en toda su empresa. Una fecha límite incumplida puede tener un efecto dominó en otras tareas dependientes y todo el proyecto puede caerse en un instante.

Cuando se pide a los trabajadores in situ que realicen la transición para trabajar de forma remota, muchos no están configurados en casa para este tipo de transición. Algunos pueden frustrarse al no tener acceso fácil a los recursos que tenían en la oficina. Cuando ocurren frustraciones, la productividad sufre.

Las tecnologías colaborativas pueden brindar a sus trabajadores remotos y en el sitio las herramientas y la tecnología que necesitan para ser productivos, ya sea en casa o en la oficina. Cuando los empleados trabajan juntos como un equipo, independientemente de la ubicación, la productividad puede aumentar a medida que se crean flujos de trabajo y se siguen los procesos, lo que resulta en decisiones más rápidas. Como resultado, los empleados trabajan de manera más inteligente, no más duro.

Las tecnologías colaborativas pueden brindar a sus trabajadores remotos y en el sitio las herramientas y la tecnología que necesitan para ser productivos, ya sea en casa o en la oficina. Cuando los empleados trabajan juntos como un equipo, independientemente de la ubicación, la productividad puede aumentar a medida que se crean flujos de trabajo y se siguen los procesos, lo que resulta en decisiones más rápidas. Como resultado, los empleados trabajan de manera más inteligente.

Ayuda a tus equipos a trabajar de manera efectiva y a mantenerse conectado a través de tecnologías colaborativas. Cuando la colaboración y las integraciones inter-departamentales funcionan a la perfección, tu empresa puede llevar la transformación digital al camino del éxito.

Resiliencia ante la pandemia.

«Los analfabetos del siglo XXI no serán aquellos que no sepan leer y escribir, si no aquellos que no sepan aprender, desaprender y reaprender»

Alvin Toffler

Al escribir esto, millones de personas nos hemos quedado en casa acatando las medidas de prevención para combatir la pandemia del Coronavirus. Dentro de semanas o meses esta situación será controlada en su vertiente de salud pública, seguramente con miles de muertos, pero en la parte económica habrá dejado negocios quebrados, lazos destruidos, sociedades y países en caos. Sin embargo, todo esto va a pasar y empezaremos la reconstrucción. Algo queda claro: nada volverá a ser como antes. 

La pandemia del Coronavirus ha acelerado y/o mejorado cosas que todos sabíamos que venían pero que muchos no nos animábamos a incorporarlas al día a día:

  • Trabajo a distancia (conexiones a escritorios remotos, teleconferencias, juntas virtuales, mensajería instantánea)
  • Educación a distancia (colegios, institutos, universidades)
  • E-commerce y Telemarketing (compra y venta por Internet)
  • Entregas de productos (servicios de pick up y a domicilio)

En cualquiera de los puntos anteriores debemos cuidar ahora más que nunca la eficiencia. En el caso que nos ocupa, el sector de la hospitalidad, nuestros clientes también estarán ante esta misma disyuntiva para elegir sus productos y servicios necesarios. ¿Será entonces que piensen que desperdician mucho tiempo al cocinar? Sacarán la cuenta y verán que les cuesta casi lo mismo ordenar comida que prepararla, y que les queda tiempo libre para otras cosas, de la misma forma que nos cuesta menos utilizar taxis compartidos (Uber Pool) que nuestro automóvil y reuniones virtuales, ya sea de trabajo no sólo para empresas si no entre autoridades (alcaldes, legisladores, funcionarios, etc.), así como de amigos y familia. Resulta más rápido, práctico y barato; tres aspectos que si logran la productividad harán que las cosas cambien para siempre.

Entonces viene a la mente una palabra que cobra total vigencia en este momento: RESILIENCIA. Este concepto se refiere a la capacidad de sobreponerse a momentos críticos y adaptarse luego de experimentar alguna situación inusual e inesperada. Es la aptitud que tiene una persona o un grupo de recuperarse frente a la adversidad para seguir proyectando el futuro. En ocasiones, las circunstancias difíciles o los traumas permiten desarrollar recursos que se encontraban latentes y que el individuo desconocía hasta el momento.

De esta forma, tenemos que anticiparnos y prepararnos para la re-apertura de nuestros negocios enfocados a la hospitalidad, implementando:

  • Desinfección de nuestras instalaciones en forma continua.
  • Capacitación a nuestro personal, y a nosotros mismos, aprovechando el encierro y la tecnología de cursos en línea.
  • Reforzar medidas de higiene y seguridad que deberemos adoptar tanto en las partes externas como en las internas. Salón, sanitarios, área de juegos o jardín, cocina, almacenes, recepción y manejo de alimentos.
  • Limitación de áreas de servicio al cliente.
  • Especialización de funciones por área (responsables).

Por Cheffsys .

Productividad laboral hacia la nueva normalidad.

Latino América enfrenta la denominada nueva normalidad con mucha incertidumbre y con la urgencia de implementar políticas eficientes que mitiguen el impacto de la crisis del Covid-19. Es tiempo de cambiar, de salir de la zona de confort y movernos. Analicemos la situación para tomar acciones que fortalezcan a las empresas y a los colaboradores que generen una mejor sociedad.

CHEFFSYS

La pandemia pasará y habrá una nueva normalidad, es claro que, de regreso a los entornos de trabajo, encontraremos un sitio distinto al que dejamos hace unas semanas o meses. El momento preciso del regreso y las condiciones en las que ocurrirá, son hasta este momento, inciertos. La única certeza es que nuestros ambientes de trabajo estarán cargados de una buena dosis de estrés y ansiedad.

El rompimiento de los hábitos del pasado es el que provoca ansiedad. El estrés organizacional acumulado como producto de la prolongada falta de ingresos, estará presente en la agenda de trabajo diario. La ausencia de los compañeros que se quedaron en el camino, por despido o padecimientos, y no volvieron más, se sentirá y respirará en el ambiente. Muchos van a esconder o guardar emociones y sentimientos para que no interfieran con el trabajo y sacar nuevamente a flote el barco. Sin embrago, tal situación de estrés y ansiedad repercutirá, queramos o no, en la productividad laboral.

La Productividad Laboral (PL) es un indicador que muestra la eficiencia con la cual los recursos humanos producen bienes o servicios. El crecimiento de la productividad se ha desacelerado de forma notable y generalizada en la mayoría de economías desde hace unos años y más ahora con la pandemia. Según datos del Conference Board, la PL mundial pasó de crecer un 2.6% anual en el periodo 1996-2007 a un 1.8% en el periodo 2013-2016. En México el INEGI mide el Índice Global de Productividad Laboral de la Economía (IGPL) que resulta de dividir el Producto Interno Bruto (PIB) entre las horas trabajadas.

IGLP = PIB / horas trabajadas

El IGPL en el primer cuarto del 2020 hiló siete caídas a tasa anual. Entre 1991 y 2018 la Productividad total a tasa crecimiento anual promedio fue de -0.32, tendencia que habría de preocuparnos detener para luego revertir.

En la situación actual apremiante, una vez que se reduzcan las restricciones por la pandemia, la reapertura de nuestros negocios debe ser ordenada, gradual y cauta con la finalidad de continuar en el cuidado de la salud de las personas, y al mismo tiempo reactivar la economía mexicana para una pronta recuperación económica. Debemos estar conscientes que vamos hacia una nueva normalidad y que tendremos que cambiar o transformar hábitos y mejorar prácticas para mantener o incrementar nuestra productividad laboral. Demos por seguro que en la reapertura, sea cual sea nuestro giro de negocio, nos enfrentaremos a grandes retos tales como:

  • Incremento en costos
  • Cambio de métodos y procedimientos.
  • Cambio de cultura organizacional.

LA PREVENCIÓN SALVA VIDAS

“En lugar de pensar en todo lo que no podía hacer, estaba pensando en lo que haría una vez que llegara a tierra firme.  Visualizando las escenas de cada día, las vivía intensamente y disfrutaba de la espera.  

¿Te privó de la primavera entonces ?

Si, ese año me privaron de la primavera y muchas otras cosas,  pero aún así florecí, llevé la primavera dentro de mí y nadie me la puede quitar”.

“El amor en tiempos de cólera” Gabriel García Márquez.

Sin duda estamos viviendo tiempos duros e inéditos, por tanto, con resultados y consecuencias difíciles de pronosticar o proyectar. Sin embargo, con grandes enseñanzas para enfrentar un mundo, que también sin duda alguna, será distinto al pasar la pandemia y el cual puede mantenerse en cambio acelerado por un periodo largo.

  • La prevención salva más vidas que el actuar de último momento.
  • Revisemos lo que comemos y consumimos. Seamos conscientes.
  • El pánico no ayuda en nada y baja nuestras defensas. Es mejor serenarse.
  • La nuevas tecnologías son abordables para todos sin distinción de edad, sexo o posición social, y son herramientas que nos facilitan enfrentar los nuevos retos que existen y vendrán.

¿Qué enseñanzas, sencillas como profundas, nos habrá dejado cuando termine? Tratemos de reflexionar sobre algunas:

  • Las redes sociales nos acercan, aunque también pueden ser un medio fácil para crear caos.
  • Todos los trabajos son importantes para la sociedad, nunca hay que minusvalorar otras profesiones o actividades.
  • Comenzamos a apreciar el gran gesto de confianza que significa dar un apretón de manos o un abrazo, porque ya los extrañamos.
  • Las personas podemos ser maravillosas cuando nos apoyamos
  • La solidaridad humana es la base para construir un futuro juntos 
  • Quien más tiene, más solidario debe de ser en estos momentos
  • Los niños ocupan un lugar privilegiado para la naturaleza
  • El trabajador de la salud esta solo, abandonado y olvidado y aún así nunca baja la guardia. Son admirables.
  • A nuestros mayores hay que cuidarlos siempre, cueste lo que cueste, son nuestra gran reserva de sabiduría y valores.
  • Las trabajadoras de cuidados y del hogar son esenciales, merecen todo nuestro respeto
  • Tenemos un mundo maravilloso que debemos cuidar y alimentar.

Turismo y aviación, un binomio virtuoso que ahora sufre.

Antes del brote de coronavirus, la industria del turismo mundial había tenido un crecimiento casi ininterrumpido durante décadas, era un sector que rebosaba en beneficios. Bajo la crisis de la pandemia actual, la Organización Mundial del Turismo (OMT) ha publicado, recientemente, sus estimaciones sobre la afectación de la llegada de turistas internacionales en lo que resta del 2020. En tal estudio se manejan tres escenarios distintos y se espera un impacto devastador de la pandemia sobre la industria, incluso en el más optimista de esos tres escenarios.

Si la apertura de las fronteras y el levantamiento gradual de las restricciones de viaje comienza a principios de julio, la OMT espera 610 millones de turistas internacionales en todo el mundo en 2020, lo que proporciona una disminución del 58% en comparación con el año anterior. Eso haría retroceder a la industria turística mundial a cifras de 1998, cuando el número de viajeros internacionales fue de tal magnitud. En el peor de los tres escenarios, la OMT prevé que las llegadas de turistas internacionales caigan hasta los 320 millones, un nivel visto por última vez a mediados de los años 80, cuando existían restricciones legales para viajar a ciertos países y de sus ciudadanos para salir, todavía no explotaba el fenómeno del turismo chino por el mundo.

De la mano del fenómeno que sufre el turismo global va el sector de la aviación, el cual ha sido uno de los más golpeados desde que se inició la pandemia del coronavirus. Las aerolíneas comerciales de todo el mundo se han visto forzadas a mantener su flota estacionada tras la suspensión de la mayor parte del tráfico aéreo. En este período, muchas empresas de aviación han mostrado signos de atravesar dificultades financieras debido a esta situación. Lufthansa en Alemania ya pidió la intervención de su gobierno para salvar la crisis; en Latinoamérica, las compañías aéreas Avianca y LATAM parecen no hallar solución a situaciones similares. Avianca, la mayor aerolínea colombiana, se declaró en bancarrota el pasado el 10 de mayo y 15 días después, el 25 de mayo LATAM anunció también el inicio de un proceso voluntario de restructuración de su deuda y su consecuente declaración de bancarrota en territorio estadounidense.

Recordemos que el conglomerado LATAM Airlines surgió apenas en 2015 mediante la fusión de la principal aerolínea de Chile (LAN) y la brasileña (TAM). Con sede en Santiago de Chile, fue la compañía aérea latinoamericana con más ingresos en 2019, superando los 10.400 millones de dólares estadounidenses. Con esos números, LATAM facturó más del doble que su competidor más cercano, Avianca, cuyos ingresos operativos rondaron los 4.600 millones de dólares, y casi tres veces los ingresos del tercer lugar que fue para Aeroméxico, la aerolínea de bandera de nuestro país. Y ya entrando en México, tenemos que además de Aeroméxico, Interjet también ha solicitado la ayuda del gobierno para que entre con dinero público a salvar sus finanzas, pues ambas deben impuestos atrasados. Otras aerolíneas mexicanas se han mantenido más discretas pero se sabe que están pasando por momentos difíciles como Viva Aerobús, Aeromar y Magni Charter. Sólo Volaris parece que se ha ajustado bien a la situación extrema, o al menos no lo ha hecho patente. El gobierno de México, a través de la Secretaria de Turismo (SECTUR) ha anunciado que próximamente presentará planes para reactivar este sector vital para el país. Esperemos que el binomio turismo y aviación nuevamente pueda volar para restituirse.

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¿Debemos cambiar Zoom por Google Meet?

Hace pocos días Google anunció que su aplicación Meet pasaría a ser gratuita, evidentemente para hacerle competencia a Zoom por el mercado que esta domina radicalmente en este periodo de la pandemia global. Aunque si bien hay otras plataformas de videollamada similares como Skype o Microsoft Teams, el hecho de que ya estén en el mercado y hayan sido rebasadas ampliamente por Zoom en preferencias hace que por ahora luzca que sólo Google Meet podría cambiar el panorama actual.

Tanto Zoom como Google Meet son bastante parecidas en cuanto a funcionalidades, ambas permiten realizar reuniones por videoconferencia con cientos de participantes y resultan perfectas para empresas, entornos de trabajo y grupos multitudinarios.

Además cuentan con herramientas colaborativas, como la posibilidad de compartir la pantalla de nuestro dispositivo, enviar archivos, integración con el correo electrónico, crear salas de espera, reuniones privadas y recibir llamadas vía audio para aquellos que no tengan cámara y quieran participar por teléfono. Así mismo, ambas están disponibles en múltiples plataformas (IOS, Android, web), móviles (celulares, tabletas) y equipos de mesa (PC, Laptop).

Ventajas de Zoom

  • Hasta 500 personas en cada reunión: Zoom permite establecer videoconferencias con hasta 500 participantes, mientras Google Meet limita a 250 participantes.
  • Transcripciones automáticas: Tanto Meet como Zoom permiten grabar las reuniones, aunque Zoom va un paso más allá. Por cada grabación realizada con las suscripciones de Zoom Business y Zoom Enterprise, la aplicación genera transcripciones automáticas para evitarnos tener que tomar notas de todo lo ocurrido durante la reunión.
  • Personalización de fondos: Zoom permite cambiar el fondo de la habitación donde nos encontramos por un cielo estrellado, una playa o cualquier otra imagen o video que nos de la gana. Un poco de ficción nunca viene mal (especialmente si nuestra habitación no es nada del otro mundo y queremos dar un toque elegante a nuestras reuniones corporativas).
  • URL de reunión personalizable: Cuando creas unas reunión en Meet recibes una URL aleatoria con números y letras para que la gente pueda entrar en ella y unirse a la reunión. Si tienes un plan Zoom Business puedes hacer que tus URLs sean mucho más profesionales y fáciles de recordar. Por ejemplo, podríamos crear un enlace de reunión que fuera elandroidefeliz.com en lugar de un link tipo meet.google.com/wf1rdf24dd.
  • Imagen corporativa: Zoom permite añadir una imagen personalizada a la Landing page de la reunión. Algo que viene perfecto para mantener la identidad corporativa de nuestra empresa. Es un detalle pequeño, pero junto a las URL personalizables hace que la experiencia a nivel de oficina sea mucho más profesional.
  • Interfaz más intuitiva: En términos generales, aunque tanto Zoom como Meet cuentan con características similares, estas se presentan de una manera más clara y concisa en Zoom. Los menús de navegación y herramientas en Meet no son tan intuitivas, lo que puede ser un poco molesto sobre todo para aquellos que no se manejan bien con las nuevas tecnologías o no están acostumbrados a usar aplicaciones de videoconferencia.

Ventajas de Google Meet

  • Más difícil de hackear: El llamado Zoombombing, o intrusiones a la aplicación de Zoom, se ha convertido en todo un problema para la plataforma de videollamadas, especialmente desde que se popularizó debido a la actual pandemia del coronavirus. Los hackeos de Zoom son de lo más sencillo, basta con probar una URL y si tenemos suerte podemos entrar en una reunión en cuestión de minutos y ponerlo todo patas arriba. En Google Meet las URL se generan aleatoriamente y las invitaciones se gestionan vía Gmail, por lo que los intrusos lo tienen muchísimo más difícil para hacer de las suyas.
  • Más barato: Tanto Meet como Zoom cuentan con planes de uso gratuitos, aunque si vamos a usar la herramienta a nivel corporativo y contratamos un plan de empresa con Meet nos sale mucho más barato. Las suscripciones premium de Meet se pueden conseguir a partir de $10.00 USD al mes por usuario, mientras que en Zoom esta cifra se eleva hasta los $14.99 USD al mes por usuario.
  • Llamadas gratuitas (solo audio): A diferencia de Zoom, que nos cobra extra para poder recibir participantes vía telefónica, en Meet este es un servicio que se ofrece de manera completamente gratuita.
  • Subtítulos en tiempo real: Si realizamos videollamadas con participantes que hablan en inglés o cualquier otro idioma que no dominemos demasiado esta es una característica que podemos aprovechar enormemente.
  • Acceso instantáneo desde el navegador: Si somos usuarios de Zoom para PC necesitamos una extensión para el navegador que debemos instalar previamente. Con Meet todo es mucho más sencillo, ya que toda la experiencia se realiza vía web sin necesidad de configuraciones adicionales.
  • Versión gratuita de más larga duración: La versión gratuita de Meet permite realizar reuniones de hasta 60 minutos contra los 40 minutos de Zoom.

Conclusiones

A nivel de características Zoom y Meet son muy similares y pueden cumplir una excelente labor en estos tiempos de teletrabajo y reuniones a distancia. Google Meet es un poco más conveniente porque viene integrado dentro de G Suite, un set de aplicaciones que ya tienen contratadas muchas empresas actualmente. Lo bueno es que si tienes una cuenta de Gmail común y corriente también puedes usar Meet sin necesidad de registrarte en ningún sitio y crear una nueva cuenta. Además, con Meet la participación por teléfono es gratuita, detalle muy a tener en cuenta.

Por su parte, Zoom cuenta con una interfaz mucho más clara y manejable. Si además necesitamos hacer reuniones multitudinarias el límite de 500 participantes simultáneos nos otorga una tranquilidad que no tenemos con Meet. Ahora bien, la versión gratuita de Zoom está más limitada que la de Meet y la duración de las mismas es más corta. Todas las características interesantes –al menos a nivel empresarial- se encuentran dentro de los planes premium, y en ese aspecto Zoom es mucho más caro que Google Meet.

En definitiva, podríamos decir que Google Meet es una herramienta más que recomendable para hacer videollamadas con amigos o en empresas pequeñas, mientras que Zoom es mucho más potente a nivel corporativo, si bien su precio resulta bastante más elevado.